
El laico en la Iglesia y en el Mundo: Misión
La misión del laico encuentra su raíz y significación en su ser más profundo que el Concilio Vaticano II se preocupó de subrayar, en algunos de sus documentos:
- El bautismo y la confirmación lo incorporan a Cristo y lo hacen miembro de
- Participa, a su modo, de la función sacerdotal, profética y real de Cristo y la ejerce en su condición propia.
- La fidelidad y la coherencia con las riquezas y exigencias de su ser le dan su identidad de hombre de Iglesia en el corazón del mundo y de hombre del mundo en el corazón de la Iglesia.
En efecto, el laico se ubica, por su vocación, en
En profunda comunicación con sus hermanos laicos y con los Pastores, en los cuales ve a sus maestros en la fe, el laico contribuye a construir
Pero en el mundo donde el laico encuentra su campo específico de acción: por el testimonio de su vida, por su palabra oportuna y por su acción concreta, el laico tiene la responsabilidad de ordenar las realidades temporales para ponerlas al servicio de la instauración del reino de Dios.
En el vasto y complicado mundo de las realidades temporales, algunas exigen especial atención de los laicos: la familia, la educación, las comunicaciones sociales, sin dejar de lado la actividad política. En la medida en que crece la participación de los laicos en la vida de
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